EL MODERNISMO
En la literatura en lengua española, el término modernismo denomina a un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1917, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo cosmopolita y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica. Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu, que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa. En ciertos sentidos, se trata de una corriente heredera del Posromanticismo decimonónico, al que da una especie de salida, y en las demás artes esta estética se plasma en las formas del art nouveau(en Bélgica y Francia), Modern Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y Países Nórdicos), Liberty (en Estados Unidos), Floreale(en Italia), y Modernismo artístico (en España e Hispanoamérica).
Tradicionalmente, se ha asociado su comienzo a la publicación, en 1888, de Azul…, de Rubén Darío, a causa de la innegable repercusión del libro en la literatura de Hispanoamérica.[cita requerida]
El término modernismo designaba cierta corriente heterodoxa de renovación religiosa, y se aplicó en el campo de las artes a tendencias surgidas en los últimos veinte años del siglo XIX. Sus rasgos más comunes eran un marcado anticonformismo y un esfuerzo de renovación. En su origen el apodo de «modernistas» era utilizado con un matiz despectivo. Hacia 1890, Rubén Darío y otros autores asumen tal designación con insolente orgullo; a partir de entonces el término modernismo fue perdiendo valor peyorativo.
CARACTERISTICAS
El Modernismo es una época cuyo objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:
- La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1888 y 1910.
- La más amplia considera que el modernismo no es solo un movimiento literario, sino toda una época y la actitud que le sirvió de base.
Conciliando ambas escrituras que a su vez se realiza en la estética humana y perspectiva de la época en su cambios más radicales esta la revolución industrial que mantiene una estética diversa en el modernismo, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.
El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: el primero toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, y los valores sensoriales; del segundo la concepción de que el arte debe sugerir, y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad. El Modernismo también subsume, aunque con menos importancia, corrientes estéticas como el Decadentismo y La Hermandad Prerrafaelista.
Las principales características del modernismo son:
- El rechazo de la realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares exóticos y lejanos).
- Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
- Alternancia entre el tono melancólico y la vitalidad.
- La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
- Tanto la fidelidad a las grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos, utilizando versos medievales como el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo; con aportes de nuevas variantes al soneto.
- El uso de la mitología y el sensualismo.
- Una renovación léxica con el uso de helenismos, cultismos y galicismos, que no buscaba tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
- El deseo innovador que aspiraba a la perfección apreciada en la literatura europea.
- La adaptación de la métrica castellana a la latina. Rubén Darío renueva la métrica con versos de nueve, doce o catorce sílabas, que ya parecían olvidados.
- El culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibrada.
- Que lo nacional predomine sobre lo extranjero.
- Este movimiento literario es hispanoamericano
TEMAS CENTRALES
La temática modernista revela, por una parte, un anhelo de recreación de armonía frente a un mundo inarmónico, y así un ansia de plenitud y perfección; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en la crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor, quien se presenta como guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos. Los temas tratados son muy variados, pero estos son algunos de los más recurrentes:
- La desazón típica del romanticismo: el hastío de la vida y una profunda tristeza, junto a la melancolía y la angustia.
- Búsqueda de la soledad y rechazo de una sociedad.
- El escapismo, evasión de la realidad del tiempo y del espacio.
- El amor y el erotismo, con cierta idealización del amor y de la mujer. El tema del amor imposible se presenta con diferencias respecto al ideal romántico. Hay un contraste entre el profundo y delicado amor y un intenso erotismo.
- El cosmopolitismo muestra el anhelo de distinto y aristocrático. Los modernistas demostraban mucha devoción por París.
- Los temas americanos, en especial los temas indígenas, muchas veces con una defensa del indígena.
- Lo hispano como antecedente histórico valioso que otorga una armonía frente al mundo inarmónico.
- Usa un lenguaje culto y formal
PRINCIPALES AUTORES DEL MODERNISMO
El Modernismo cuenta con un elevado número de escritores en América. Algunos han tenido verdadera repercusión internacional y otros han quedado reducidos al ámbito nacional. Un aspecto común fueron los viajes que hicieron, bien por trabajo (muchos fueron diplomáticos), bien por ampliar sus conocimientos y conocer a otros escritores. Rubén Darío es, sin lugar a dudas, el más influyente, pero también hay otros que influyeron fuera de sus países de origen.
Algunos autores que participaron de una estética semejante y publicaron en la primera mitad de la década de 1880, como José Martí,Max Henriquez Ureña, Julián del Casal, Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón, Enrique Gómez Carrillo, Manuel González Prada, Amado Nervo, el colombiano José Asunción Silva, Guillermo Valencia, Enrique González Martínez y el español Salvador Rueda fueron considerados precursores del modernismo. La crítica actual los considera autores plenamente modernistas.
AUTORES ARGENTINOS
Leopoldo Lugones
Lugones (Córdoba, 1874-Buenos Aires, 1938) fue poeta, ensayista, político y periodista. De pequeño se mudó con su familia a Ojo de Agua, en Santiago del Estero, y más tarde estudió el bachillerato en Córdoba. Posteriormente se trasladó a Buenos Aires y viajó a Europa. Se suicidó, quizá por su inestabilidad psicológica. Fue fuertemente influido por el simbolismo en Las montañas del oro (1897), y en Los crepúsculos del jardín (1905).
Enrique Larreta
Larreta (Buenos Aires, 1875–1961) perteneció a una familia adinerada y contrajo matrimonio con una mujer de familia aristocrática. Estudió Derecho y trabajó como embajador. Vivió en Biarritz y en Ávila. Era un gran admirador de Unamuno y del Siglo de Oro. Fue miembro de la Real Academia Española y de la Academia Argentina de la Historia. Su primera publicación fue Artemis (1896), pero su obra más importante es La Gloria de don Ramiro (1908).
ESCRITORES COLOMBIANOS
José Asunción Silva
Silva (Bogotá, 1865-Bogotá, 1896) realizó su educación de forma autodidacta desde que abandonó los estudios en 1878. Viajó a París y vivió en Londres y en Suiza. Se suicidó tras el fracaso del negocio familiar y las consiguientes deudas. La muerte de su hermana y de su abuelo y la pérdida de gran parte de su obra en un naufragio. Su obra poética conocida es, por tanto, escasa, aunque se destaca por su innovación y por su gran contenido modernista. Lo más recordado de su obra son los Nocturnos.
Guillermo Valencia Castillo
Valencia Castillo (Popayán, 1873-Popayán, 1943), fue un poeta, diplomático y político con una gran trayectoria, quien llegó a ser en dos ocasiones candidato a Presidente de la República de Colombia y a ocupar una banca de senador. Hijo de una familia de origen español, se empezó a interesar por la poesía en un colegio de sacerdotes franceses. Viajó a París, donde conoció a Darío. Se convirtió en uno de los más importantes modernistas al publicar Ritos (1899). Años después, su hijo Guillermo León Valencia fue Presidente de Colombia entre 1962 y 1966.Fue pionero del Modernismo en Colombia. Además, fue diplomático y candidato presidencial, creador de una poesía pictórica con influencias del romanticismo y del parnasianismo.
ESCRITORES ESCUATORIANOS
El Modernismo en Ecuador fue representado por un grupo de cuatro poetas, a los cuales se los denominó La Generación Decapitada, debido a la forma en la que murieron; tres de ellos, Ernesto Noboa y Caamaño, Arturo Borja y Humberto Fierro, por suicidio y el cuarto, Medardo Ángel Silva, en situación extraña de la cual se han formado una serie de hipótesis. El término Generación Decapitada fue dado por el ensayista y periodista Raúl Andrade en su libro El perfil de la quimera.
El modernismo en Ecuador fue tardío respecto al modernismo del resto de la región, debido a que el país se encontraba en una guerra civil, durante el auge modernista sudamericano, los poetas modernistas en Ecuador, tuvieron la influencia de Rubén Darío, y de poetas simbolistas franceses como Charles Baudelaire, Víctor Hugo, Samain, Rimbaud y Verlaine, gracias a los cual fundieron los elementos del romanticismo y simbolismo francés, con los elementos de melancolía y desazón típicas del modernismo
La poesía modernista ecuatoriana se la caracteriza, por la elegancia en las frases líricas, la destreza para enlazar «los recursos formales más antiguos de la poesía castellana con los acentuadamente modernos»1 y revolucionarios, la abulia y hastío prematuro de todo, junto con el aire bohemio y abatido que envolvía estos versos
La abulia y el sentimiento altamente antisocial, trascendía más allá de la poesía. Los cuatro miembros de la generación decapitada, compartían más, entre ellos, que la simple afinidad por la poesía, ya que todos mantuvieron una vida bohemia e inestable, con excesos en drogas, desdichados amoríos, además de la apatía a la notoriedad literaria, y sus trágicas muertes
Ernesto Noboa y Caamaño
Noboa y Caamaño (Guayaquil, Ecuador, 1891–Quito, 1927) fue el más directo y desgarrado en su obra poética, dándole siempre un aire “doloroso expresivo” con menos sutileza y armonía que Fierro o Borja, aunque en una manera más libre, su obra era caracterizada por un aire gris y desolado.
Arturo Borja
Borja (Quito, Ecuador, 1892–Quito, 1912) fue el más melódico de los decapitados, usando siempre formas luminosas, para los más oscuros y dolorosos sentimientos, siempre experimentando y combinando versos en varias medidas y ritmos.
Humberto Fierro
Fierro (Quito, Ecuador, 1890–Quito, 1929) fue el más perfeccionista del modernismo ecuatoriano, dándole un aire señorial a sus versos, aunque con un gran hastío de vivir y melancolía.
Medardo Ángel Silva
Silva (Guayaquil, Ecuador, 1898–Guayaquil,1919) fue el que mayor aceptación y reconocimiento logró en el imaginativo popular, a pesar de solo haber escrito un libro El árbol del bien y del mal en 1915. También fue el más ambicioso en términos literarios, de los cuatro decapitados, dando un mayor espectro temático a su poesía, la cual era altamente perfeccionista, con una lírica cálida y dulce en los aspectos formales, para así tratar con temas sombríos e inquietantes.
Varios de los poemas modernistas de La Generación Decapitada, fueron adaptados a la música, posiblemente el más representativo de estos es el poema «El alma en los labios» de Medardo Ángel Silva (poema escrito horas antes de su muerte), al cual el músico y compositor Cuencano Francisco Paredes Herrera le puso música, y fue interpretado por Julio Jaramillo siendo hasta la actualidad unos de los temas musicales más representativos de Ecuador.
MODERNISMO EN ECUADOR
Este trabajo propone un recorrido dedicado a un país y a unos autores por mucho tiempo ignorados en los estudios y en las investigaciones sobre los años que cambiaron la identidad cultural de Hispano América: el fenómeno literario modernista en Ecuador. Son dos las afirmaciones encontradas a principio de esta investigación: el Modernismo en Ecuador fue un movimiento tardío y no hubo una producción lírica notable. Los críticos literarios consultados al comienzo de esta investigación, han establecido que el movimiento modernista en el Ecuador empieza con Arturo Borja y cierra con Medardo Ángel Silva; quienes, junto con Ernesto Noboa Caamaño y Humberto Fierro, formaron la «generación decapitada», llamada así porque dejaron el mundo en que vivían sufriendo, en plena juventud. Sería necesario que pasaran varios años, cuando en el continente americano habían llegado ya las vanguardias literarias, para que, en las palabras de Barrera «el valor de la perspectiva hiciera sorprender cuanta riqueza malbarataron estos poetas, que se dejaron morir jóvenes para apreciar la importancia que su obra tiene en la literatura ecuatoriana». Dar un paso atrás y considerar lo que estaba pasando entre finales del 1800 y los primeros 30 años del nuevo siglo en la esfera política, económica y social del país, resulta indispensable para llegar a entender las varias perspectivas del Modernismo ecuatoriano. Los caudillos bárbaros que se alternaron, el capitalismo y un nuevo sistema banquero que se asomaron en la economía del país determinaron las bases que marcaron el principio del siglo XX. Durante esta época, la profesión del escritor o del poeta no se consideraba de prestigio y los modernistas eran vistos como perezosos pensadores que abandonaban los estudios y terminaban, en su mayoría, en la ruta del alcohol o de la droga. En la realidad, el mensaje que quería divulgar este grupo de poetas, que tenía un alma atormentada y una eterna melancolía, no venía escuchado y no era bien acogido. Sin embargo, fueron ellos los que anticiparon los cambios sociales y filosóficos de la sociedad, los que sintieron con más sensibilidad y fuerza la fiebre de mutaciones que Quito y Guayaquil, estaban enfrentando. El propósito que ofrece este trabajo quiere dar muestra de que la «generación decapitada» sentía el mismo dolor, tenía el mismo deseo de evasión y creaba un nuevo estilo y forma de hacer literatura en su país, tanto como otros autores modernistas hispanoamericanos mucho más reconocidos. Sobre todo, abrieron el camino a las generaciones literarias futuras que no tuvieron que luchar contra un medio y una sociedad que, en ese entonces, no sabía apreciar las artes y acoger las novedades. A tal fin, el centro de este estudio es el análisis e interpretación de los versos de estos jóvenes desesperados que no han sido desarrollado en trabajos anteriores; escuchar sus gritos para entender su mensajes, oír sus voces para comprender su dolor y con ello la realidad de la juventud ecuatoriana del tiempo. Siguiendo sus huellas, ha sido posible comprender la innovación que representaron, los cambios que aportaron y la influencia que tuvieron en los jóvenes que, después de su sacrificio, se encontraron el camino marcado y facilitado hacia una nueva literatura nacional. Como colofón de este estudio se pueden, entonces, establecer algunas conclusiones y confirmar que, sí, el Modernismo llegó a Ecuador cuando en otros países la llama de novedades literarias y sociales se había apagado. Sin embargo, esta recepción tardía de un nuevo registro literario y lingüístico, que se aplicó también a nivel social, no creó un círculo de poetas menores que justifique excluir el Ecuador de los estudios. Los versos que se exponen en este trabajo emocionan, regalan escalofríos y tristeza pero revelan almas sensibles y talentos peculiares que merecen atención y reconocimientos.
Lecturas secundarias[editar]
- Alegría, Fernando. Breve historia de la novela hispanoamericana, México: Ediciones de Andrea, 1959.
- Andrade, Raúl: El Perfil de la Quimera. Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1950.
- Gullón, Germán. La modernidad silenciada. Madrid: Biblioteca Nueva, 2005.
- Gutiérrez, José Ismael. Perspectivas sobre el modernismo hispanoamericano. Madrid: Pliegos, 2007.
- Henríquez Ureña, Max. Breve historia del modernismo, México: Fondo de cultura Económica, 1978.
- Pineda Franco, Adela. Geopolíticas de la cultura finisecular en Buenos Aires, París y México: las revistas literarias y el modernismo, Pittsburgh: Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, 2006.
- Rico, Francisco. Historia y crítica de la Literatura española: Modernismo y 98. Barcelona: Crítica, 1980.
- Schmutzler, Robert. El modernismo, Madrid: Alianza Forma, 1985.
- Entre muchos otros
EL MODERNISMO
En la literatura en lengua española, el término modernismo denomina a un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1917, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo cosmopolita y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica. Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu, que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa. En ciertos sentidos, se trata de una corriente heredera del Posromanticismo decimonónico, al que da una especie de salida, y en las demás artes esta estética se plasma en las formas del art nouveau(en Bélgica y Francia), Modern Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y Países Nórdicos), Liberty (en Estados Unidos), Floreale(en Italia), y Modernismo artístico (en España e Hispanoamérica).
Tradicionalmente, se ha asociado su comienzo a la publicación, en 1888, de Azul…, de Rubén Darío, a causa de la innegable repercusión del libro en la literatura de Hispanoamérica.[cita requerida]
El término modernismo designaba cierta corriente heterodoxa de renovación religiosa, y se aplicó en el campo de las artes a tendencias surgidas en los últimos veinte años del siglo XIX. Sus rasgos más comunes eran un marcado anticonformismo y un esfuerzo de renovación. En su origen el apodo de «modernistas» era utilizado con un matiz despectivo. Hacia 1890, Rubén Darío y otros autores asumen tal designación con insolente orgullo; a partir de entonces el término modernismo fue perdiendo valor peyorativo.
CARACTERISTICAS
El Modernismo es una época cuyo objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:
- La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1888 y 1910.
- La más amplia considera que el modernismo no es solo un movimiento literario, sino toda una época y la actitud que le sirvió de base.
Conciliando ambas escrituras que a su vez se realiza en la estética humana y perspectiva de la época en su cambios más radicales esta la revolución industrial que mantiene una estética diversa en el modernismo, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.
El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: el primero toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, y los valores sensoriales; del segundo la concepción de que el arte debe sugerir, y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad. El Modernismo también subsume, aunque con menos importancia, corrientes estéticas como el Decadentismo y La Hermandad Prerrafaelista.
Las principales características del modernismo son:
- El rechazo de la realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares exóticos y lejanos).
- Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
- Alternancia entre el tono melancólico y la vitalidad.
- La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
- Tanto la fidelidad a las grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos, utilizando versos medievales como el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo; con aportes de nuevas variantes al soneto.
- El uso de la mitología y el sensualismo.
- Una renovación léxica con el uso de helenismos, cultismos y galicismos, que no buscaba tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
- El deseo innovador que aspiraba a la perfección apreciada en la literatura europea.
- La adaptación de la métrica castellana a la latina. Rubén Darío renueva la métrica con versos de nueve, doce o catorce sílabas, que ya parecían olvidados.
- El culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibrada.
- Que lo nacional predomine sobre lo extranjero.
- Este movimiento literario es hispanoamericano
TEMAS CENTRALES
La temática modernista revela, por una parte, un anhelo de recreación de armonía frente a un mundo inarmónico, y así un ansia de plenitud y perfección; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en la crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor, quien se presenta como guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos. Los temas tratados son muy variados, pero estos son algunos de los más recurrentes:
- La desazón típica del romanticismo: el hastío de la vida y una profunda tristeza, junto a la melancolía y la angustia.
- Búsqueda de la soledad y rechazo de una sociedad.
- El escapismo, evasión de la realidad del tiempo y del espacio.
- El amor y el erotismo, con cierta idealización del amor y de la mujer. El tema del amor imposible se presenta con diferencias respecto al ideal romántico. Hay un contraste entre el profundo y delicado amor y un intenso erotismo.
- El cosmopolitismo muestra el anhelo de distinto y aristocrático. Los modernistas demostraban mucha devoción por París.
- Los temas americanos, en especial los temas indígenas, muchas veces con una defensa del indígena.
- Lo hispano como antecedente histórico valioso que otorga una armonía frente al mundo inarmónico.
- Usa un lenguaje culto y formal
PRINCIPALES AUTORES DEL MODERNISMO
El Modernismo cuenta con un elevado número de escritores en América. Algunos han tenido verdadera repercusión internacional y otros han quedado reducidos al ámbito nacional. Un aspecto común fueron los viajes que hicieron, bien por trabajo (muchos fueron diplomáticos), bien por ampliar sus conocimientos y conocer a otros escritores. Rubén Darío es, sin lugar a dudas, el más influyente, pero también hay otros que influyeron fuera de sus países de origen.
Algunos autores que participaron de una estética semejante y publicaron en la primera mitad de la década de 1880, como José Martí,Max Henriquez Ureña, Julián del Casal, Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón, Enrique Gómez Carrillo, Manuel González Prada, Amado Nervo, el colombiano José Asunción Silva, Guillermo Valencia, Enrique González Martínez y el español Salvador Rueda fueron considerados precursores del modernismo. La crítica actual los considera autores plenamente modernistas.
AUTORES ARGENTINOS
Leopoldo Lugones
Lugones (Córdoba, 1874-Buenos Aires, 1938) fue poeta, ensayista, político y periodista. De pequeño se mudó con su familia a Ojo de Agua, en Santiago del Estero, y más tarde estudió el bachillerato en Córdoba. Posteriormente se trasladó a Buenos Aires y viajó a Europa. Se suicidó, quizá por su inestabilidad psicológica. Fue fuertemente influido por el simbolismo en Las montañas del oro (1897), y en Los crepúsculos del jardín (1905).
Enrique Larreta
Larreta (Buenos Aires, 1875–1961) perteneció a una familia adinerada y contrajo matrimonio con una mujer de familia aristocrática. Estudió Derecho y trabajó como embajador. Vivió en Biarritz y en Ávila. Era un gran admirador de Unamuno y del Siglo de Oro. Fue miembro de la Real Academia Española y de la Academia Argentina de la Historia. Su primera publicación fue Artemis (1896), pero su obra más importante es La Gloria de don Ramiro (1908).
ESCRITORES COLOMBIANOS
José Asunción Silva
Silva (Bogotá, 1865-Bogotá, 1896) realizó su educación de forma autodidacta desde que abandonó los estudios en 1878. Viajó a París y vivió en Londres y en Suiza. Se suicidó tras el fracaso del negocio familiar y las consiguientes deudas. La muerte de su hermana y de su abuelo y la pérdida de gran parte de su obra en un naufragio. Su obra poética conocida es, por tanto, escasa, aunque se destaca por su innovación y por su gran contenido modernista. Lo más recordado de su obra son los Nocturnos.
Guillermo Valencia Castillo
Valencia Castillo (Popayán, 1873-Popayán, 1943), fue un poeta, diplomático y político con una gran trayectoria, quien llegó a ser en dos ocasiones candidato a Presidente de la República de Colombia y a ocupar una banca de senador. Hijo de una familia de origen español, se empezó a interesar por la poesía en un colegio de sacerdotes franceses. Viajó a París, donde conoció a Darío. Se convirtió en uno de los más importantes modernistas al publicar Ritos (1899). Años después, su hijo Guillermo León Valencia fue Presidente de Colombia entre 1962 y 1966.Fue pionero del Modernismo en Colombia. Además, fue diplomático y candidato presidencial, creador de una poesía pictórica con influencias del romanticismo y del parnasianismo.
ESCRITORES ESCUATORIANOS
El Modernismo en Ecuador fue representado por un grupo de cuatro poetas, a los cuales se los denominó La Generación Decapitada, debido a la forma en la que murieron; tres de ellos, Ernesto Noboa y Caamaño, Arturo Borja y Humberto Fierro, por suicidio y el cuarto, Medardo Ángel Silva, en situación extraña de la cual se han formado una serie de hipótesis. El término Generación Decapitada fue dado por el ensayista y periodista Raúl Andrade en su libro El perfil de la quimera.
El modernismo en Ecuador fue tardío respecto al modernismo del resto de la región, debido a que el país se encontraba en una guerra civil, durante el auge modernista sudamericano, los poetas modernistas en Ecuador, tuvieron la influencia de Rubén Darío, y de poetas simbolistas franceses como Charles Baudelaire, Víctor Hugo, Samain, Rimbaud y Verlaine, gracias a los cual fundieron los elementos del romanticismo y simbolismo francés, con los elementos de melancolía y desazón típicas del modernismo
La poesía modernista ecuatoriana se la caracteriza, por la elegancia en las frases líricas, la destreza para enlazar «los recursos formales más antiguos de la poesía castellana con los acentuadamente modernos»1 y revolucionarios, la abulia y hastío prematuro de todo, junto con el aire bohemio y abatido que envolvía estos versos
La abulia y el sentimiento altamente antisocial, trascendía más allá de la poesía. Los cuatro miembros de la generación decapitada, compartían más, entre ellos, que la simple afinidad por la poesía, ya que todos mantuvieron una vida bohemia e inestable, con excesos en drogas, desdichados amoríos, además de la apatía a la notoriedad literaria, y sus trágicas muertes
Ernesto Noboa y Caamaño
Noboa y Caamaño (Guayaquil, Ecuador, 1891–Quito, 1927) fue el más directo y desgarrado en su obra poética, dándole siempre un aire “doloroso expresivo” con menos sutileza y armonía que Fierro o Borja, aunque en una manera más libre, su obra era caracterizada por un aire gris y desolado.
Arturo Borja
Borja (Quito, Ecuador, 1892–Quito, 1912) fue el más melódico de los decapitados, usando siempre formas luminosas, para los más oscuros y dolorosos sentimientos, siempre experimentando y combinando versos en varias medidas y ritmos.
Humberto Fierro
Fierro (Quito, Ecuador, 1890–Quito, 1929) fue el más perfeccionista del modernismo ecuatoriano, dándole un aire señorial a sus versos, aunque con un gran hastío de vivir y melancolía.
Medardo Ángel Silva
Silva (Guayaquil, Ecuador, 1898–Guayaquil,1919) fue el que mayor aceptación y reconocimiento logró en el imaginativo popular, a pesar de solo haber escrito un libro El árbol del bien y del mal en 1915. También fue el más ambicioso en términos literarios, de los cuatro decapitados, dando un mayor espectro temático a su poesía, la cual era altamente perfeccionista, con una lírica cálida y dulce en los aspectos formales, para así tratar con temas sombríos e inquietantes.
Varios de los poemas modernistas de La Generación Decapitada, fueron adaptados a la música, posiblemente el más representativo de estos es el poema «El alma en los labios» de Medardo Ángel Silva (poema escrito horas antes de su muerte), al cual el músico y compositor Cuencano Francisco Paredes Herrera le puso música, y fue interpretado por Julio Jaramillo siendo hasta la actualidad unos de los temas musicales más representativos de Ecuador.
MODERNISMO EN ECUADOR
Este trabajo propone un recorrido dedicado a un país y a unos autores por mucho tiempo ignorados en los estudios y en las investigaciones sobre los años que cambiaron la identidad cultural de Hispano América: el fenómeno literario modernista en Ecuador. Son dos las afirmaciones encontradas a principio de esta investigación: el Modernismo en Ecuador fue un movimiento tardío y no hubo una producción lírica notable. Los críticos literarios consultados al comienzo de esta investigación, han establecido que el movimiento modernista en el Ecuador empieza con Arturo Borja y cierra con Medardo Ángel Silva; quienes, junto con Ernesto Noboa Caamaño y Humberto Fierro, formaron la «generación decapitada», llamada así porque dejaron el mundo en que vivían sufriendo, en plena juventud. Sería necesario que pasaran varios años, cuando en el continente americano habían llegado ya las vanguardias literarias, para que, en las palabras de Barrera «el valor de la perspectiva hiciera sorprender cuanta riqueza malbarataron estos poetas, que se dejaron morir jóvenes para apreciar la importancia que su obra tiene en la literatura ecuatoriana». Dar un paso atrás y considerar lo que estaba pasando entre finales del 1800 y los primeros 30 años del nuevo siglo en la esfera política, económica y social del país, resulta indispensable para llegar a entender las varias perspectivas del Modernismo ecuatoriano. Los caudillos bárbaros que se alternaron, el capitalismo y un nuevo sistema banquero que se asomaron en la economía del país determinaron las bases que marcaron el principio del siglo XX. Durante esta época, la profesión del escritor o del poeta no se consideraba de prestigio y los modernistas eran vistos como perezosos pensadores que abandonaban los estudios y terminaban, en su mayoría, en la ruta del alcohol o de la droga. En la realidad, el mensaje que quería divulgar este grupo de poetas, que tenía un alma atormentada y una eterna melancolía, no venía escuchado y no era bien acogido. Sin embargo, fueron ellos los que anticiparon los cambios sociales y filosóficos de la sociedad, los que sintieron con más sensibilidad y fuerza la fiebre de mutaciones que Quito y Guayaquil, estaban enfrentando. El propósito que ofrece este trabajo quiere dar muestra de que la «generación decapitada» sentía el mismo dolor, tenía el mismo deseo de evasión y creaba un nuevo estilo y forma de hacer literatura en su país, tanto como otros autores modernistas hispanoamericanos mucho más reconocidos. Sobre todo, abrieron el camino a las generaciones literarias futuras que no tuvieron que luchar contra un medio y una sociedad que, en ese entonces, no sabía apreciar las artes y acoger las novedades. A tal fin, el centro de este estudio es el análisis e interpretación de los versos de estos jóvenes desesperados que no han sido desarrollado en trabajos anteriores; escuchar sus gritos para entender su mensajes, oír sus voces para comprender su dolor y con ello la realidad de la juventud ecuatoriana del tiempo. Siguiendo sus huellas, ha sido posible comprender la innovación que representaron, los cambios que aportaron y la influencia que tuvieron en los jóvenes que, después de su sacrificio, se encontraron el camino marcado y facilitado hacia una nueva literatura nacional. Como colofón de este estudio se pueden, entonces, establecer algunas conclusiones y confirmar que, sí, el Modernismo llegó a Ecuador cuando en otros países la llama de novedades literarias y sociales se había apagado. Sin embargo, esta recepción tardía de un nuevo registro literario y lingüístico, que se aplicó también a nivel social, no creó un círculo de poetas menores que justifique excluir el Ecuador de los estudios. Los versos que se exponen en este trabajo emocionan, regalan escalofríos y tristeza pero revelan almas sensibles y talentos peculiares que merecen atención y reconocimientos.
Lecturas secundarias[editar]
- Alegría, Fernando. Breve historia de la novela hispanoamericana, México: Ediciones de Andrea, 1959.
- Andrade, Raúl: El Perfil de la Quimera. Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1950.
- Gullón, Germán. La modernidad silenciada. Madrid: Biblioteca Nueva, 2005.
- Gutiérrez, José Ismael. Perspectivas sobre el modernismo hispanoamericano. Madrid: Pliegos, 2007.
- Henríquez Ureña, Max. Breve historia del modernismo, México: Fondo de cultura Económica, 1978.
- Pineda Franco, Adela. Geopolíticas de la cultura finisecular en Buenos Aires, París y México: las revistas literarias y el modernismo, Pittsburgh: Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, 2006.
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